jueves, 28 de febrero de 2008

De Carpe Diem al río

Estimados carapapas:
El gran filósofo español del siglo XIX Domingo Norrea, en su monumental manifiesto ¿De quién serán estos pelos? definía las despedidas de soltero como "esas aburridas reuniones repletas de alcohol, putas y drogas." No seré yo quien discuta a tan insigne pensador, pero estoy convencido de que si el bueno de Don Domingo levantara la cabeza, haría un esfuerzo por salir de la tumba y darse un garbeo. En esta sociedad fundamentalmente hedonista que nos ha tocado en suerte, el popular axioma de Horacio "Disfruta el momento" se ha convertido en mascarón de proa de toda una generación aficionada a anestesiar su angustia vital en la barra de un bar. Y es que encontrar respuesta a las dudas existenciales de nuestra juventud lleva tiempo; a las siete de la tarde quedas con tus colegas para tomarte una birra y a las diez de la mañana del día siguiente te preguntas por la ubicación exacta de tus llaves, que jurarías haber guardado en el bolsillo después de haberlas utilizado hace unas horas a modo de puño americano. No es mi intención crear alarma social al respecto, porque lo último que necesito es a un policía recogiéndome del suelo, que para eso están los amigos, pero es una verdad insoslayable que nuestros muchachos están llevando la fiesta a un paroxismo raras veces igualado en la Historia de la Humanidad. De hecho, si Calígua (emperador romano y, según los anales, a los cuáles era muy aficionado, creador del concepto de Barra Libre) se levantara de la tumba siguiendo el consejo de Don Domingo y se fuera un fin de semana a una casa rural, ocurriría esto:

CALÍGULA
¡¡Joder!!

COLEGA1
¿Qué te pasa, Calígula?

CALÍGULA
¡¿Que qué me pasa?! ¡Me cago en mi puta calavera! ¡¿Quién ha vomitado en el plato de la ducha?!
COLEGA2
¡Eh, Calígula! ¿Has terminado de cocinar ya la bazofia esa? Me cago de hambre.

CALÍGULA
¡A ver si te crees que las migas se preparan en un momento! ¿Por qué no te pones tú un rato a remover la olla?

COLEGA2
No me ralles, Cali, que tengo un resacón de la hostia.

CALÍGULA
¡Me paso el día cocinando y barriendo cristales del suelo para vosotros! ¿Un poco de reconocimiento sería mucho pedir? ¡Quién me ha visto y quién me ve! ¡Me tenéis hecha una esclava!

Claro que en las infames bacanales romanas el concepto de DJ aún estaba en pañales y tenías que recorrer al menos tres barrios para conseguir un poco de speed. Toda esta retahíla viene a santo de que ayer estuve tomándome unos mojitos con mi amigo Abducto (siempre me reservo el nombre real de mis amigos; a la mayoría de ellos los andan buscando):

-¡Ya tenemos lo de la despedida de soltero de Bernard! -me dijo sin poder disimular su entusiasmo.
-¡Cojonudo! -exclamé lleno de gozo-. ¿Cuál es el plan?
-¿Tienes que sacar algún trono en Semana Santa?
-¿Qué?
-¡Nos vamos toda la semana a Tijuana!
-Genial. Ahora voy a tener que cancelar la reserva en Telepizza. ¡¿Una semana en Tijuana de despedida de soltero?! ¡¿Dónde se van a ir de viaje de novios, a dar la vuelta al mundo?!
-A Tenerife, creo.
-¡¡¡¿¿¿???!!!

2 comentarios:

Silderia dijo...

Nene, tus delirios son cada vez peor, a tijuana.
El filosofo ese o pensador, o yo que se que era esta muy bien, me gusta ese personaje tan recio y en cierta medida ciezo

Un beso de buenas noches de mil demonios

Rocío. dijo...

LO SABÍA!!!!!!!!!!!!! SABÍA QUE TÚ FUISTE EL DE LA POTA EN LA CASA RURAL!!!!!!!!!!!!!!!! LO SABÍAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Ves? más tarde o más temprano se coge al mentiroso antes que al otro.
Besos guapo!!!