martes, 1 de diciembre de 2009

¡¡Honorato Céspedes y su cuñado conquistan el mundo!! (O eso quisieran)

Eeeeh... Escandinavia. Sí, eso.

LABORATORIO (POR LLAMARLO DE ALGÚN MODO). INT. DÍA.
Una habitación semivacía con una mesa de escritorio en medio. Sentado a la mesa se encuentra ¡Honorato Céspedes, Gran Villano Internacional y Maestro del Crimen, o eso dice él! Su Laboratorio del Mal, que cabe entero encima de la mesa, consiste básicamente en un Cheminova Cero, un tarro con lápices y un taco de folios. En estos momentos, Honorato se encuentra enfrascado en la elaboración de un maquiavélico plan que le permita de una vez por todas conquistar el mundo o bien destruirlo. Son la una de la tarde y todavía no lo tiene muy claro.

HONORATO (borrando con una goma Milán una sección de su plan escrito en un folio): Valiente mierda de plan para conquistar el mundo que me está saliendo.
Entra en la habitación ¡Tomás, el cuñado de Honorato!
TOMÁS: Ya estoy aquí.
HONORATO: Coño, Tomás; te había dicho que estuvieras aquí alrededor de las nueve, y es la una.
TOMÁS (tomando asiento frete a su cuñado): No, no; tú dijiste “más o menos a las nueve”. Me diste a elegir; “más” o “menos”. Y yo elegí “más”.
HONORATO: Hombre, es que ahora vamos a tener que esperar hasta después de comer para empezar a conquistar el mundo. Qué digo después de comer, si tú no perdonas una siesta. ¿Has traído lo que te encargué?
TOMÁS: ¿El qué?
HONORATO: ¿Cómo que el qué? El colisionador de positrones.
TOMÁS: Ah, sí (se mete la mano en un bolsillo de la gabardina). Aquí tienes.
HONORATO (mira lo que le entrega Tomás): Esto es una broca del quince.
TOMÁS: ¿Y tú qué querías?
HONORATO: Un colisionador de positrones.
TOMÁS: ¿Y eso qué es?
HONORATO: Un generador nuclear que se lleva a la espalda y que dispara rayos a través de una manguera.
TOMÁS: ¿Y yo qué te he dado?
HONORATO: Una broca del quince.
TOMÁS: Ya se ha vuelto a quedar conmigo el mamón del ferretero.
HONORATO: ¿Fuiste a la ferretería a comprar un colisionador de positrones?
TOMÁS: Es que tu sobrino lo miró por Internet y me dijo que los estaban quitando del mercado y eran muy difíciles de encontrar porque si se cruzan los rayos te podías desintegrar y no sé qué más, así que me dije “Voy a preguntarle al Paco Pepe a ver si le queda alguno”, y el cabrón me dijo que sí.
HONORATO: Pues el Paco Pepe te ha tangado.
TOMÁS: No, si ya.
HONORATO: Ahora dime tú a qué mierda de gobierno vamos a amenazar con una puta broca del quince.
TOMÁS: Tú no te preocupes, que tu sobrino me ha dicho que se puede hacer uno de esos en plan casero.
HONORATO: ¿Un colisionador de positrones casero?
TOMÁS: Sí, sí. Con un bote de cristal vacío y doscientos cincuenta gramos de manteca y no sé qué más. Ah, no, espera; que eso era para hacer otra cosa… ¿Qué era?
HONORATO: No sé. ¿Manteca en bote?
TOMÁS: No, no; una bomba de rayos gamma. De esas que explotan por la puta cara y si te pilla la radiación te pones verde.
HONORATO: ¿Con doscientos cincuenta gramos de manteca y un bote de cristal vacío?
TOMÁS: Si, bueno, por lo visto no es tan fácil. Hay que saber mezclarlo o no sé qué coño.
HONORATO: Pues no tenemos tiempo de aprender. Nuestro avión sale esta noche, así que mejor nos plantamos en Escandinavia con el bote vacío y la manteca y ya veremos cómo derrocamos al gobierno.
TOMÁS: ¿Queda muy lejos eso?
HONORATO: ¿Escandinavia? Uy, en el quinto coño. Por allí al norte.
TOMÁS: Pero… ¿pero eso es un país, o qué?
HONORATO: Eeeeh… Pues claro que es un país. Escandinavia, hombre. Anda que no es grande ni nada.
TOMÁS: ¿Y no podríamos empezar a conquistar más cerquita? No sé, podríamos empezar conquistando Canillas de Aceituno, y luego ir subiendo.
HONORATO: Hombre, de lo se trata es que la gente se entere de que estamos conquistando el mundo. Imagínate a un periodista de la BBC diciendo en los informativos “Honorato Céspedes y su cuñado han conquistado Canillas de Aceituno”. El problema es que, por ejemplo, uno de Rotterdam no la conoce. “¿Canillas de Aceituno? ¿Pero qué coño…?” va a decir el de Rotterdam cuando se entere. No impresionaría a nadie. Bueno, a lo mejor, a uno de Canillas de Albaida, que está al lado, pues sí. O a uno de Cómpeta. Pero a uno de Osaka se la va a soplar. Lo que tiene Escandinavia es que la conoce todo el mundo. Bueno, todo el mundo, no. Una vez le hablé de Escandinavia a un conocido mío que le cambiaba las bombillas a los semáforos y me metió un sopapo. No sé lo que se le pasó por la cabeza, la verdad.
TOMÁS: ¿Y qué vamos a conquistar después?
HONORATO: Hombre, pues los alrededores. Los Países Bajos o algo así.
TOMÁS: ¿Eso es otro país?
HONORATO: Hombre, claro; los Países Bajos es otro país. Si no, se iba a llamar “los Países Bajos” por los cojones.
TOMÁS: Claro, claro. Mmm… Pero, oye, que está en plural. A ver si van a ser al menos dos, los Países Bajos.
HONORATO: Eeeeeh… ya. No había pensado en ello. Mmm… Puede causarnos un problema logístico, eso. Ah, bueno, no importa. ¿Sabes lo primero que voy a hacer cuando conquiste los Países Bajos? Juntarlos todos y hacer el País Alto.
TOMÁS: Hostia, como mola.
HONORATO: Sí, que les den por culo. Y después vamos a conquistar Corea. Anda que no.
TOMÁS: ¿Corea es ahí donde hay tantos chinos?
HONORATO: Sí, sí. Está lleno de chinos, aquello. Y China, también. En China hay más chinos que en Fuengirola, fíjate lo que te digo.
TOMÁS: Coño.
HONORATO: Como lo oyes.
TOMÁS: Oye, ¿tú sabías que hay un país que se llama Tierra del Fuego?
HONORATO: ¡No me jodas! Qué nombre tan cojonudo. ¿Sabes? Creo que deberíamos empezar a conquistar el mundo por ahí, ¿qué te parece? Deberíamos empezar conquistando los países con los nombres más molones, en gradación descendente, de más a menos guay. Comenzamos en Tierra del Fuego y terminamos, no sé, en Boñigolandia, por ejemplo.
TOMÁS: ¿Y eso dónde está?
HONORATO: Ni idea; pero con un nombre tan chungo, seguro que está innecesariamente cerca. Pero tú no te preocupes. Si quieres, después de conquistarla ya no volvemos a pisar Boñigolandia ni para dar un recado.

En el próximo episodio: ¡Honorato Céspedes ayuda a su mujer a cambiar la bombona, que se les ha terminado! ¡CHAN-CHAN!

7 comentarios:

Silderia dijo...

Te puedo asegurar que con un bote vacío y algo de manteca la gente puede hacer bombas pringosas, eso sí, salen por casualidad y tienes que estar intentando hacer algo más sabroso como lomo en manteca o con chorizo, el gusto es lo de menos.

sangreybesos dijo...

Yo leí hace poco que unos científicos de la Universidad de Wisconsin estaban estudiando las propiedades explosivas de un bocaíllo zurrapa cuando te lo comes rápidamente y después te zarandean un poco, pero creo que todavía no han logrado resultados concluyentes...

Rubén D. Caviedes dijo...

Pues precisamente hablaba yo de Escandinavia ayer en mi chiringo. Debe ser que tenemos fotosíntesis.

Yo empezaría a conquistar el mundo claramente por los Estados Unidos de América del Norte, fíjese lo que le digo. Con dos cojones. Por Ojaio, concretamente. Y luego mi imperio se llamaría Imperio de Ojaio, que es una cosa que hace mucha risa y quieras que no iba a edulcorar un poco la atroz represión totalitaria que vendría después. Pero no por Escandinavia, oiga, que con lo raros que son seguro que vas allí a conquistar y acabas convencido de comprarte un adosado y te dan un subsidio y te pasas el resto de la vida reciclando y leyendo y votando con sentido de la responsabilidad cívica. Y eso en un emperador del mal queda raro.

sangreybesos dijo...

Sr. de las Moscas: Ya me fijé con regocijo (o me regocifijé) en nuestra curiosa fotosíntesis (o partenogénesis) escandinava. Digo yo si no tendrá que ver con algún tipo de señal telepática subliminal emitida en una longitud de ondas de siete herzios, que es la frecuencia en la que opera la mente humana, según Superman.
Pensándolo bien, tiene usted razón; Escandinavia no ofrece ningún futuro a un tirano internacional que se precie, pero yo preferiría empezar por ahí en vez de por alguna comarca anglosajona... No me veo yo empezando por sitios como Stratford-von-Avon o Chinchinata, si no sé ni cómo se escriben...

sangreybesos dijo...

Quería decir, naturalmente, Chinchinati...

Rubén D. Caviedes dijo...

A lo de la señal telepática hertziana no le digo yo que no, a Supermán me remito o si no a aquella pinícula, 'Mothman; la Profecía', buenísima, que Richard Gere ponía la arradio y le salía hablando un ente abstracto maligno diciéndolo unas cosas espantosas, que si ta coger ta comer, y al final resulta que era una polilla gigante y asbtracta. Lo dicho, buenísima. Además, yo a veces tengo interferencias en el pensamiento y creo que se me acoplan las inquietudes de Isabel Coixet por la misma banda de frecuencia, fíjese que hace poco me entraron incontestables ganas repentinas de hacer un corto videoartístico experimental con Tim Robbins en el papel del galán y Sergi López en el papel del druida ninja travesti catalanoparlante. Y ya me explicará usted de donde me salen sino a mí estos arrebatos.

A lo que iba; que tiene usted toda la razón. También lo que puede usted hacer es adquirir una genuina mansión submarina del mal con un salón principal del mal y una pantalla del mal y cuando los líderes mundiales se reunan en las Naciones Unides usted les llama por el Skype y les amenaza en videoconferencia con, por ejemplo, volar la luna con una cabeza nuclear que le haya comprado usted ilegalmente a la Diputación de Murcia, y le dice aquello tan bonito de 'tienen una hora', y les cuelga. Y como la mansión es submarina, ja, ya le pueden buscar durante esa hora, no contaban con su astucia.

Luc dijo...

Señores:
A lo mejor con manteca sola no explota mucho, pero pruebe usted a centrifugar a un individuo que se encuentre digiriendo una olla de garbanzos.
Y no subestime usted a los pueblos de la ruta del vino, que seguro que allí tienen también laboratorios de esos, aunque tal vez con otros fines menos maléficos y más lisérgicos. Si me acepta el consejo, vaya usted empezando por Suiza que es pequeñita y manejable. Así se queda usted de golpe con todos los fondos de los más archimillonarios humanos del globo terráqueo. Y además me parece que no tienen ejército, aunque eso lo tendría que corrobar honorato el cuñao en la fase de documentación, ya sea preguntándole a Paco Pepe o al sobrino.