lunes, 28 de enero de 2008

No, si aquí todo vale

Aunque se empeñe el hermano de mi amada Silderia (entre cuyas aficiones del fin de semana destaca la de diseccionar cosas muertas), no me considero, ni nunca me he considerado, un friki. Yo me veo más como un eterno aspirante a cronopio. Un perseguidor cortazariano, vamos; de los que miran de reojo las fisuras de la vida cotidiana para, con un poco de perseverancia, tener acaso un atisbo del otro lado. Y el pasado 6 de enero yo también logré alcanzar mi particular epifanía. Me convencí de que si existe otro mundo pero está en éste, ese otro mundo deber ser aún más cutre que éste, aunque infinitamente más divertido. De entre toda la ristra de regalos que te recuerdan año tras año que eres raro y que tus seres queridos son conscientes de ello, y a pesar de todo te alentan, hubo uno que me dejó prendado. Un regalo accesorio, para más señas, de esos que se abren antes de los regalos buenos, y que todos reconocemos al instante aun envueltos: las imprescindibles zapatillas de andar por casa, los calzoncillos (este año han caído slips; mira que le tengo dicho a mi madre que me compre boxers, que soy tendiente a escocerme las ingles), y por supuesto los calcetines. Y este año, mi paquete de calcetines encerraba esto:


Sí, es exactamente lo que creéis estar viendo: ÑIKE. Así, como suena, que no puede pronunciarse ñaik por culpa de una delatora y nada disimulada Ñ mayúscula que hiere la vista y el sentido común. Yo había conocido las HIKE (¿y quién no?), cuyo logotipo hacía confundir graciosamente la H con una N, pero debo admitir que sin lugar a dudas que estas ÑIKE se llevan la palma en lo tocante a descaro. No perdáis el tiempo tratando de devanaros los sesos; no se os va a ocurrir una imitación de marca peor que esta auténtica Obra Maestra de la Desvergüenza. Yo ya lo he intentado: NIQUE, NI KÉ... y he fracasado miserablemente. Decidme, con el corazón en la mano, ¿qué puede ser más infame que esto?


Y no os enseño el dorso de la etiqueta porque la cámara se me ha quedado sin pilas, pero os puedo jurar que lleva impreso el aberrante letrero "ÑIKE Socks" (o sea, "Calcetines ÑIKE"). ¿Se atreverán alguna vez estos piratas del Mar de los Delirios a sacar a la venta las únicas e inimitables zapatillas ÑIKE? Sólo el tiempo lo dirá, pero, a juzgar por el acabado de sus calcetines, me puedo imaginar el resultado: un calzado ideal para ir en penitencia detrás del Cristo de los Gitanos.
(Parece mentira, pero he escrito un post normal y corriente, sin diálogos absurdos ni piruetas metalingüísticas. Pero no os confiéis. Parafraseando a Luis Buñuel, si no lo hago siempre así no es porque no sepa, sino porque no me sale de los cojones).

3 comentarios:

Josito Montez dijo...

Esos Ñikes son una perversión total. Son ideales para sorprender al amante de turno.
"No me pienso quitar los calcetines durante el polvo, y menos si son Ñikes", se le amenaza. Estoy seguro de que caen enamorados como moscas.

Sobre el tema del agua en las fiestas, que es lo que más me interesa de este blog, he de decir que el otro día salí con un botellín.
Llegó el gorila y me dijo:
- Josito, ¿qué es eso que contiene tu botella?
- ¿Cómo sabe mi nombre? - pregunté, alarmado por los devastadores efectos de mis numerosas amnesias.
- Sólo quiero que le dés un recado a su consejero resaquil. Así no pareces un farlopero, sino un pastillero.

Es decir, que el agua sólo te apetece si vas de pastis. La farlopa te da ganas de más alcohol y de matar a la gente en masacre.

Al día siguiente, tuve resaca. Aquel botellín tenía de todo, menos agua. Me aplicaré para la siguiente ocasión.

Saludos,

Josito.

Silderia dijo...

Cariño, no te preocupes por lo de los calzoncillo, yo te compor un bote de crema Nibelela, que está en el chino a 2€ y son 10 litros para evitar que te rozen.

A todo esto, tu cuñado disecciona, si pero también pela los cráneso de todo bicho no viviente que cae en sus manos después de destriparlo. Todo sea por la ciencia.

Un beso de buenas noches de mil demonios

Rocío. dijo...

A la guena noshe.
Punto Number Guan: no te metas con los regalos de mama que me chivo!!!
Punto Number TWo: Yo he tenido un bolso que rezaba así: Gior. Gior!!!! Giorrrr!!!!!!
A mí los Ñike me parecen mucho mejor que los Nike, los puedes meter en la misma colada que los pañitos de cocina y salen igual de feos que estaban. Te dan igual que se descasen, total, valen dos duros, y que se hagan tomates, total, si valen dos duros, incluso te los puedes adherir a las ingles con mucho esparadrapo pa que no te rocen!!!!!!!!!!!!!!!
VIVAN LOS ÑIKE!!!!!!!!!! vIVA!!!!

Ro dixit.
Muuuuuuchos besos, pero no de imitación!!!!!!!!!!!!