viernes, 6 de junio de 2008

Jaime de Andrade, ese hombre

Estimados camaradas:
Hace años, bicheando por la sección de vídeos de El Corte Inglés, una de mis aficiones favoritas durante mi época de joven lobo solitario, (ahorraos lo comentarios; ya sé que suena patético) me topé de bruces con un VHS cuya portada rezaba, más o menos, "La película que escribió Franco". "Tócate los cojones", dije yo (bueno, lo pensé; en mi adolescencia yo soltaba muy pocos tacos en público). Bastante tiempo después descubrí que Raza (estrenada en 1942) estaba basada en una novela que el Caudillo firmó bajo el seudónimo de Jaime de Andrade, y que en la película Paquito aparecía acreditado solamente como argumentista. Lo cuál, todo hay que decirlo, supuso un gran alivio para mi pequeño ego de guionista; sencillamente, no me explicaba como alguien tan, digamos, limitado en lo intelectual, podía haber solucionado satisfactoriamente los problemas (de estructura, diálogos, subtramas y demás parafernalia) que acarrea un guión de largometraje. Sin contar su larga y fructífera carrera como estrella absoluta del NO-DO, creado unos meses después del estreno de Raza, el Generalísimo no volvió a realizar más incursiones (de forma directa) en el negocio del cine, a Dios gracias, pero yo me pregunté durante una de mis frecuentes rascadas de huevos, "¿Y si al Caudillo le hubiera picado el gusanillo del cine después de Raza?" Esta semana en La Fiesta Sangrienta: ¡Franco goes to Hollywood! Bueno, o casi.

JOY ESLAVA. INT. - NOCHE.
FRANCO está acodado en la barra visiblemente achispado y escoltado por dos militares de alto rango más tiesos que la picha de un novio. Los militares dan sorbos cortos a sus cubatas mientras miran de reojo a las escandalosas mujeres de vida alegre que pasan a su lado.
FRANCO (excitado): ¿Y bien? ¿Qué os ha parecido?
MILITAR1: Un éxito, señor.
FRANCO: Sí. El cine estaba hasta la bandera.
MILITAR2: ¡Viva la bandera!
MILITAR1: ¡Viva!
FRANCO: Que no estáis de servicio, chavales. Relajad ese ano.
MILITAR1: ¿Señor?
FRANCO: ¿Habéis visto a esos jóvenes vitoreándome como si fuera una estrella del cinema en la alfombra roja? "Fraaaaaanco, Fraaaaaaanco". ¡Qué tiernos muchachos!
MILITAR2 (carraspea): Sí, sí. He coincidido en el aseo de la sala con el crítico de cine de "Arriba". Ha dicho que Raza es probablemente el mejor filme de la Historia. Y seguía alabando sus virtudes después de soltarle los huevos.
MILITAR1: Y, digo yo, habría que ir pensando en retirarse, ¿no, Señor?
FRANCO: ¡Pero si la fiesta no ha hecho más que empezar! Anda, tómate otra copita de cazalla. El Caudillo invita.
MILITAR1: Huy, no, Señor, que me conozco. Como me tome una copa de más me tiro al pasodoble y empiezo a arrimar cebolleta cosa mala.
FRANCO: Menudo julay. ¿Y tú qué dices?
MILITAR2: ¿Yo? Esto, mañana tengo que dirigir un pelotón de fusilamiento, y preferiría no llegar tarde. Me gusta ofrecer personalmente el cigarrillo a los condenados.
FRANCO (a un joven soldado que pasa a su lado): ¡Que no me entere yo que ese culito pasa hambre!
MILITAR1: ¡Señor! Ay... ¿No cree que debería soltar ya la botella de aguardiente?
FRANCO: ¿Sabéis, muchachos? Estaba pensando en la próxima.
MILITAR1: ¿En la próxima qué, Señor?
FRANCO: Pues qué va a ser. ¡En la próxima película!
MILITAR2: ¿En la próxima... película?
FRANCO: Se me está ocurriendo que podría llamar a esos de Jolivú. Me ha gustado eso del cine a mí. Ir a fiestas, codearme con los famosos...
MILITAR1: ¡Pero usted es más famoso que nadie, Excelencia!
FRANCO: No me digas. ¿Soy más famoso que Ginger Rogers?
MILITAR2: Bueno, a nivel mundial, quizá Ginger Rogers sea más famosa que usted. Pero ella no controla con mano de hierro el destino de toda una nación.
FRANCO: Vaya cosa. Lo cambiaría todo por acudir a un estreno agarrado del brazo de Clark Gable. ¡Menudos ojazos!
MILITAR: ¡Pero, Señor!
FRANCO: Creo que les voy a proponer a los estudios americanos un filme autobiográfico. ¿No hizo Chaplin uno sobre Hitler?
MILITAR2: Sí, bueno, Señor, lo censuramos el año pasado. Era una parodia intolerable.
MILITAR1: Señor, con todo mi respeto, no creo que dedicarse al negocio de las películas sea lo más adecuado para un hombre de su categoría. Un Jefe de Estado está para otros menesteres.
FRANCO: ¿Cómo cuáles?
MILITAR1: Ahí me ha pillado. Errr... no sé. ¿Inaugurar embalses?
FRANCO: Que le den por culo a los embalses. ¿Quién creéis que podría hacer mi papel?
MILITAR2: Déjeme pensar... ¿Edward G. Robinson?
MILITAR1 (suspira): ¿James Cagney?
MILITAR2: ¡Bela Lugosi! Viene que ni pintado, vamos.
FRANCO: Yo estaba pensando en Gary Cooper. Ah, y mañana recordadme que os pegue un tiro a ambos.
MILITAR1: La verdad que Gary Cooper sería ideal.
MILITAR2: ¡Lo tengo! ¡Boris Karloff!
FRANCO: Ah, no, de ninguna manera. Ningún puto ruso va a interpretar mi papel.
MILITAR1: Eh, Señor, creo que es inglés.
FRANCO: ¿Y se llama Boris? ¿En qué coño estaba pensando su madre?
MILITAR2: He leído que es un apodo, Excelencia.
FRANCO: ¿Un apodo?
MILITAR2: Sí, su nombre artístico, que resulta más sonoro que su verdadero nombre, William Henry Pratt. Es como usted, que se llama Francisco Paulino Hermenegildo Teódulo Franco Bahamonde, pero todo el mundo le conoce como El Caudillo o Franco a secas.
FRANCO: Mmm, no es mala idea lo del nombre artístico. Me lo imagino en los títulos de crédito, "A film by Franco".
MILITAR2: ¿Qué le parece Frank Franco?
FRANCO: ¿Te has vuelto tartamudo de repente?
El Militar1 le rompe a Franco la botella de aguardiente en la cabeza.
MILITAR2: ¡¿Qué estás haciendo!?
MILITAR1: Tranquilo, mañana no se acordará de nada con la borrachera. ¿Y qué hacías tú llevándole la corriente?
MILITAR2: ¿Y qué otra cosa podía hacer? ¡Es el puto Franco, por amor de Dios!
MILITAR1: Anda, ayúdame a llevarlo al coche. Diremos que de repente se ha sentido indispuesto. Nadie sospechará.
MILITAR2: Muy bueno. ¿Y si nos preguntan por los cristales clavados en la calva?
Los militares levantan del suelo a Franco.
MILITAR1: ¿Sabes? Quizá el Caudillo pueda cumplir su sueño, después de todo. ¿Y si hiciéramos un noticiario semanal que se proyectara antes de todas las películas? Franco podría salir inaugurando embalses y hospitales.
MILITAR2: Valiente coñazo.
MILITAR1: Qué dices. A la gente le va a encantar.
Salen de cuadro.

5 comentarios:

T.R.Devlin dijo...

¿El NO-DO se gestó durante una borrachera en la Joy? Va a ser verdad eso de que el alcohol provoca delirios de grandeza. Aunque yo creo que el caudillo no le daba a la cazalla. En todo caso al albariño, que es como más de su tierra.
Espero que esta entrada sea el principio de un serial, porque la cosa de Frankie goes to Hollywood promete y mucho.

sangreybesos dijo...

En un principio iba a empezar con unas imágenes del NO-DO sobre la noche del estreno de Raza, pero me pareció que situar la acción en la Joy en el año 42 ya era tomarme suficientes licencias artísticas.

¿El principio de un serial? No creas que no lo he pensado, no...

Silderia dijo...

Vamos vamos, un serial si casi no puedes con todo lo que llevas encima, una cosa más y acabas con un infarto de alcohol o un encharcamiento de pulmones debido a la cerveza. Déjalo.

sangreybesos dijo...

Cerveza... uaaaaaaarrgh (lengua fuera estilo Homer)

Groupiedej dijo...

¡Ahora lo entiendo todo!