Qué te iba yo a decir...
El Apocalipsis según se mire. Capítulo 18.
1. EXT. TERRITORIO
ENEMIGO. CREPÚSCULO.
Una
solitaria y aparentemente confortable tienda de campaña, como las que salen en
las películas de guerra, no uno de esos apestosos iglús cuya etiqueta asegura
tener capacidad para seis personas y después solo caben cuatro y apretujados.
Sobre la imagen se sobreimpresiona:
PLUTÓN
ES UN BALDADO
PLUTÓN
(sale de la tienda
hecho un verraco)
¡¿Pero cómo que
"Plutón es un baldado", me voy a cagar en todo lo que se menea?!
Perdón,
perdón. Sobre la imagen se sobreimpresiona:
TERRITORIO
ENEMIGO
Plutón
vuelve a introducirse en la tienda.
2. INT. TIENDA DE
CAMPAÑA.
Plutón
traza planes de ataque en un mapa desplegado sobre la mesa. Un SARGENTO de su
ejército entra en la tienda, impecablemente trajeado pero cubierto de
merengue. Plutón sigue con la mirada fija en su mapa.
SARGENTO
Con
su permiso, señor.
PLUTÓN
(sin
dejar de mirar el mapa)
Informe,
Sargento. ¿Cómo ha ido la primera maniobra ofensiva contra esos desgraciados?
SARGENTO
(carraspea)
Bueno,
señor, afortunadamente no hay que lamentar ninguna baja, pero nos han puesto de
tarta bonitos.
PLUTÓN
¿Qué?
(mira
al Sargento)
Ya
veo. ¿Sabe? Me da la impresión de que el enemigo no se está tomando esta guerra
en serio.
SARGENTO
Bueno,
señor, se rumorea que ellos la llaman Operación A Tomar por Culo.
PLUTÓN
¡Tormenta
del Infierno! ¡Se llama Operación Tormenta del Infierno, cojones!
SARGENTO
Con
el debido respeto y en mi modesta opinión, señor, no creo que sea conveniente
dejar que estas chiquilladas lo saquen de quicio.
PLUTÓN
(más
calmado)
Tiene
razón, Sargento, tiene razón. En fin, supongo que ustedes les habrán respondido
con contundencia después de este vil acto de... de decoración repostera.
SARGENTO
Bueno...
PLUTÓN
Bueno,
qué.
SARGENTO
Bueno,
digamos que los muchachos y yo hemos considerado procedente... eh... batirnos
en retirada, señor.
PLUTÓN
¡¿Qué?!
¡¿Por qué?! ¡¡Están provistos de fusiles y lanzagranadas!!
SARGENTO
Muy
cierto, señor, pero es que... bueno, ha resultado tan humillante, señor... Y no
se imagina la puntería que tienen. El jefe de las tropas enemigas ha acertado
en toda la cara al Cabo Harris desde una distancia de doscientos metros con un
pastel de trufas confitadas, señor.
PLUTÓN
¿Me
está hablando en serio, Sargento?
SARGENTO
Y
qué manejo de los croissants. Con uno solo podía alcanzar a dos de los nuestros
y después volver a sus manos, señor.
PLUTÓN
(pone
la mano en el hombro del Sargento)
Sargento,
sargento. Recapacitemos un poco. Ustedes disponen de armas capaces de
desparramar el desayuno a medio digerir de esa escoria de aquí al centro del
Infierno, ¿verdad?
SARGENTO
S-sí,
señor, pero...
PLUTÓN
¡¡Pues
vuelvan al frente de batalla y háganlo!!
SARGENTO
¿De
esta guisa, señor?
PLUTÓN
¿Qué?
SARGENTO
Verá,
señor, a los muchachos les gustaría adecentarse un poco antes de volver a
meterse en faena. Ducharse, ponerse el Armani de repuesto, depilarse el
torso...
PLUTÓN
(incrédulo)
¿Depilarse...
el torso?
SARGENTO
A
algunos de nosotros no nos ha dado tiempo esta mañana, señor.
PLUTÓN
(intentando
no reventar)
Vale,
vale. Acicálense, pero que sea rapidito.
(el
teléfono de campaña suena)
¿Quién
será a estas horas?
(descuelga)
¿Sí,
dígame?
MESÍAS
(OFF)
Oiga,
¿es el enemigo?
PLUTÓN
Según
cómo se mire. ¿Quién llama?
MESÍAS
(OFF)
Los
buenos.
PLUTÓN
¡Ajá!
¿Están ya preparados para la inminente masacre?
MESÍAS
(OFF)
Sí,
sí. Oiga, ¿cuánto son dos más tres?
PLUTÓN
¿Disculpe?
MESÍAS
(OFF)
Que
cuánto son dos más tres.
El
Sargento se encoge de hombros, interrogativo.
PLUTÓN
(tapa
el auricular)
Son
los buenos, que me están planteando un problema matemático simple.
SARGENTO
¿Un...
problema matemático, señor?
PLUTÓN
Quieren
saber cuál es el resultado de sumar los números dos y tres.
SARGENTO
¿Y
por qué quieren saberlo, señor?
PLUTÓN
Pues
no me lo han dicho. Espere, que les voy a preguntar.
(al
auricular)
¿Oiga?
Disculpe la espera. Estaba yo pensando, ¿para qué quieren saberlo?
MESÍAS
(OFF)
Eh,
no, no, nosotros ya lo sabemos.
PLUTÓN
¿Entonces
para qué pregunta?
MESÍAS
(OFF)
Eeeeeh...
solo queremos que usted lo diga.
PLUTÓN
¿Por
qué motivo?
MESÍAS
(OFF)
¿No
lo puede decir y ya está?
PLUTÓN
¿Y
por qué iba a decirlo? Sinceramente, no me veo en la obligación de demostrar
mis conocimientos al primer mentecato que me lo solicite.
MESÍAS
(OFF)
Eh...
¡Por el culo te la hinco!
(cuelga)
PLATÓN
(cuelga)
Menudo
grosero.
SARGENTO
¿Qué
ocurre, señor?
PLUTÓN
Que
ni siquiera se ha despedido. Mmm... El mensaje final me ha dejado intrigado.
Sargento, ¿sabe usted lo que puede significar "Por el culo te la
hinco"?
SARGENTO
(incómodo)
¿Eh?
Ni idea, señor. A lo mejor se trata de una maniobra para infundirnos miedo,
señor.
PLUTÓN
Es
posible... ¿Sabe? Sospecho que el mensaje contiene algún tipo de clave oculta.
(acariciándose
la barbilla)
Por
el culo te la hinco, por el culo te la hinco...
SARGENTO
(aún
más incómodo)
Sí,
bueno, señor, eh... ¿puedo retirarme?
PLUTÓN
Sargento,
usted no cree que el mensaje tenga algo que ver con la... sodomía, ¿verdad?
SARGENTO
¿Qué?
Qué va señor, qué disparate.
PLUTÓN
Ajá. Bien. Sargento, ya va siendo hora de
vengar esta afrenta. ¡Prepare a mis soldados para la Fase 2 de la Operación
Tormenta del Infierno!
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